Marcelo Jijón Paredes/Editor
Y todos al comienzo, cantamos el
coro como principiantes y nerviosos; pero muy seguros al final! fuimos parte de
varios temas por invitación de Tricia Evy que llegó de Francia a Riobamba y así,
la noche de Jazz lo disfrutó ella y nosotros. No vino sola, David hacía lo suyo
desde el teclado y repitiendo en un
español básico: “Hola que tal!” que terminó siendo solo un motivo más para reír,
su interpretación impecable; Terry no hablaba, prefería lo haga su viejo bajo
impulsado por sus manos y marca personal.Se confirmó que la música es
universal más allá de un lenguaje, es cerrar los ojos – como ella lo hizo
algunas veces – y sentirla, aplaudir, tararear. Cantó en español el clásico Bésame Mucho de la mexicana Consuelo
Velásquez y luego con alegría, en voz e instrumentos, nos dijo “Lenmou A”
(amor) a su manera….
El homenaje a Armstrong heló la
sangre y mostró la versatilidad de su voz y su gran talento, no necesito una
trompeta, sus manos juntas y pegadas a sus labios la remplazaron, otra vez
sorprendidos todos los que llenaron el auditorio de la Casa de la Cultura
local.
Si ella sintió lo dulce de
nuestra miel de abeja, servida para ayudar con su voz, a nosotros nos empalagó
de un buen jazz en una noche fría de miércoles en Riobamba, pero faltaba un
encuentro y promesa…. Con Meet me on the
Bridge, dejó claro donde debía ser la próxima cita y así será nos iremos a
Francia y la volveremos a escucharla, no será complicado si sobre el Sena
existen más de 30 puentes.
Noche casi perfecta, pues como
dijo la Monse, faltó la copa con vino, cuánta razón tuvo….
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