Tomas el bus pero no para movilizarte, sino para ¡alimentarte! no pagas al inicio sino al final, claro algo más que un pasaje, no hay un controlador sino una sonriente mesera que te ubica en tu asiento, subir el bus #SaborCosteño es parte de una experiencia diferente que está dispuesta al público desde hace dos años como idea de un emprendedor y #chofer ecuatoriano.
Iván Carrera maneja un camión y en las largas jornadas sobre las carreteras, dio forma a un proyecto, un restaurante adaptado en un bus, la sazón…. no era problema su esposa Nancy Naranjo era la mejor! Invirtió 15 mil dólares en adaptar el bus que tiene incluso baño y está ubicado en al frente del mirado de la Laguna de Yambo en la vía entre Ambato y Salcedo. Todo es diferente y se siente raro estar sentado esperando la carta, los aromas de la cocina, ubicada en la cabina del bus llegan pronto e invaden los sentidos, es el aroma de pescado y albaca, pollo y carne con el ajo de la casa y un café pasado que los supera a todos...El movimiento en la cocina es permanente sirviendo, cocinando, lavando platos, despachando órdenes, con calma y experticia están adaptadas al espacio, acá no se aceptan “pasajeros” de pie, el pasillo es propiedad de quien atiende a los comensales, lo hace con habilidad sorprendente.
Llegan “caseros”, viajeros, curiosos para desayunar o almorzar “es un punto estratégico para el hambre si vengo o voy a Quito” dice Carlos cliente frecuente. Iván controla todo, cuando su trabajo lo permite, está pendiente de los pedidos, las compras, cobrar y dar el vuelto, tiene perro propio y también lo cuida y dice ser un marido “obediente” no “mandarina” como los amigos piensan! El trato es cordial y muy diferente a muchos buses que toman en algún momento y confirmas que “barriga llena corazón contento”
Marcelo Jijón Paredes, EDITOR
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