*Subirte al puente!*

El “tráfico” mayor es de la gente, de todas las razas, con todos los colores de ropa, con más sonrisas que “caras largas” van y vienen y sientes que debes tomarte tu tiempo para poder subirte en el puente más famoso de New York y que una la exclusiva Manhatan con la histórica zona de Brooklyn, 1825 metros te esperan para caminarlos y saber que los valen la pena, esto apenas empieza.
Las facciones delatan a María, una ecuatoriana que vive en New York hace 25 años y ofrece mango cortado a los turistas, “no es fácil vivir acá, pero uno se acostumbra, se extraña la tierra y la familia, la comida y los afectos sobre todo el cariño”, dice mientras sigue cortando la fruta que le llega de Costa Rica y México, lo ofrece con limón, sal o “chile” (picante) con un inglés básico, que ayuda al negocio.

Junto a ella Martha una colombiana de mediana edad, tiene el recuerdo perfecto, un trabajo de grabado del histórico puente en madera, una técnica que trabaja su esposo, los 20 dólares valen la pena, lo demás es el inicio de un viaje en medio de un mundo de acero que sigue incólume desde el siglo 19!.

Los tensores, muy cercanos, los remaches tan evidentes, los parantes van y vienen, levantas la mirada vez a los costados y es algo dimensional, sur arcos te esperan como el primer reto a cumplir y tus ojos siguen maravillados los edificios de Manhatan, esos que viste desde pequeño en las postales que enviaba tu tía….Los turistas ganas la batalla, los newyorkinos que van o vuelven del trabajo en bicicleta tienen que lidiar con las emociones de las fotos y los selfies, no hay miedo a la altura y la vibración – que es mínima – pronto desaparece de los sentidos y hasta te subes en una de sus bases, buscar la foto perfecta es parte de la travesía, saltas, te das un abrazo, entiendes las manos, sonríes haces una mueca, todo se vale!

Te imaginas la toma de la película que fue otra carta de presentación de este puente, lo viste desde un vuelo de Superman o a Godzila destruyéndolo! Tarzan huyendo por sus interminables cables, que besan el cielo despejado, o como testigos de Gánsters en New York con un Dicaprio más bravo que guapo! las últimas fotos se toman y la parte final es de “bajada” a los dos lados tráficos de autos y también sobre el río, entre botes y barcos, la travesía valió la pena, cada paso cada momento, cada pretexto, para ver el contraste entre la modernidad y el puente viejo….. 

Desde su apertura han pasado 134 años y millones de pasos, abrazos, besos y sonrisas, es apenas una obra más que muestra la capacidad y emprendimiento humano, que no sabe de obstáculos y busca soluciones que en el tiempo siguen siendo útiles, en el siglo del face e internet, donde se deben subir las fotos del reto cumplido, subirte al puente! #Brooklyn
#CrónicadeDomingo #cronistaRiobamba
Marcelo Jijón Paredes