Han sido días de confirmar que se
debe aprender fuera del aula, que parte de nuestro fracaso educativo está en la
concepción de los tiempos y las tareas, de encerrar al alumno para que casi
“pistola en mano”, aprenda! y seguimos frustrándonos como sociedad.
Con estudiantes de sociología y
comunicación, experimentamos dejar de lado la vergüenza y decir lo que
pensamos, en el primer caso a través de pizarras humanas; en el segundo,
grabando un vídeo. La experiencia fue gratificante, novedosa y que deja
recuerdos para siempre y claro un diez! (no les pongo once por que el sistema
no lo acepta!)
En ambos casos llamando la
atención sobre lo simple de saludar, sentir o respetar, así como pedir
libertad, sonrisas, consecuencia o simplemente valorar a un hijo, como motor y
centro de todo!. Fue un tiempo de aprender trabajo en equipo, saber comunicar,
ver a la sociedad, generar otros códigos y muchas cosas más que están en el
silabo.
El documentalista americano Michaell
Moore, fue a Finlandia y con su acostumbrada sorpresa, se entera que el país
que tiene mejor nivel educativo, redujo su gestión semanal a 20 horas, que las
tareas son mínimas y que se valida la lectura, el arte y los valores. Proponen
que los niños aprendan en su casa, jugando, siendo libres, con sus padres, en
el vecindario, subiendo a un árbol y preguntando….
No es difícil comprender las
razones por las que, por este lado del continente, aún vemos al alumno desde
una inteligencia y no desde las múltiples que propone Gardner, que preparamos
exámenes de ingreso y con opciones múltiples, compramos más golosinas que
libros y vemos más tele que nuestro interior y claro siempre estamos ocupados y
culpando a los maestros! Aún hay lecciones por aprender! #sentidocomún #cronistariobamba
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