Procesos electorales en la agenda
de nuestro continente, muestran, sin duda alguna, que somos más parecidos de lo
que pensamos, resultados que obligan a una segunda vuelta, candidatos
reciclados y discursos parecidos donde se ofrece cambiar el statu quo.
Desde hace muchos años se negocia
y arma tarimas para ofrecer soluciones a las necesidades de la mayoría,
resumidas en: educación, salud y trabajo; lo demás es simplemente formas
diferentes de decir y convencer, de plantear posibles soluciones que tendrán luego
las mismas justificaciones cuando no se cumplen, crisis económica, escenarios
complicados de gobernabilidad, disputas políticas, oposiciones mal
intencionadas y también seremos culpables los periodistas…
Acuerdos que no se logran, el
discurso de ceder posiciones que se lo dice pero no se aplica, divisiones
políticas que no ayudan y en definitiva ciclos que solo vuelven en el tiempo,
una izquierda buscando el poder y gobernando… una derecha a la espera de que le toque su
turno y acá no pasa nada simplemente la rueda política da otro giro los del
poder son otros los explotados y engañados los mismos.
¡Y claro en esta parte del
continente vale la pena el fútbol para olvidar las penas, el escándalo también
hace lo suyo, buscar enemigos políticos sirve y se cumple lo que decía la
abuelita “divide y reinarás!”.
¡Qué decir de la memoria
jugándonos malas pasadas! porque
elegimos a los mismos, a sus familiares y amigos; escuchamos nuevamente el
discurso reciclado y asentimos con la cabeza y sobre todo con el corazón,
regresan a sus lugares de origen a convencer que no han cambiado, nos muestran
las mejores sonrisas y se lavan las manos luego de saludar con el pobre, seguimos
pensando que todo cambiará algún día, con una memoria que traiciona de forma
permanente y determinante.
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