#AislamientoCovid19
DIA CATORCE: El comienzo
Entre el miedo de enfrentar una epidemia y los síntomas, estuvo siempre
buscar poner otras cosas en la mente para que el miedo no gane, escuchar a tu
cuerpo fue fundamental, darte por desentendido no servía y terminaron siendo
los quince días más aleccionadores, entre repensarte y tener un nuevo comienzo.
Mientras caminaba, como lo he hecho disciplinadamente este tiempo, decidí
escuchar audios de Luise L. Hay, escritora y oradora americana, para ratificar
los cambios necesarios, fortalecer el auto perdón y la disculpa a otras
personas, para sentir que los cambios parten del tuyo más que esperar lo hagan
en el entorno, para confirmarte desde la verdad, los silencios y afectos.
Es sentir que tu futuro se lo construye desde el presente, ser
consecuente con la vida es poner el amor como el elemento más importante de plenitud,
amar de verdad, lo que se tiene y te rodea, tu pareja, familia y amigos.
Los últimos minutos que me tomó la rutina valoré la compañía de mis
mascotas, la Molly y el Horacio hacen lo suyo en entregarte afectos
permanentes, son sin duda un complemento, ellos me reciben al iniciar el día
muy temprano, decido arreglar el techo de la casa de ella, ha pasado tanto
tiempo sin esa protección porque hay cubierta en el garaje.
Terminé mi rutina de abdominales 50 – 35 – 15 el centenar que tenía por
meta y me sentí muy feliz, ayudado por la canción de entrenamiento de la
película Rocky es más fácil, preferí contar por decenas para que sea más llevadera
la suma, el desafío ¡menos panza! que tenía por objetivo ¡estar regio! se
cumplió y la ropa te confirma, sin balanza, sabes que se fueron unos excesos.
Le abrazo a la Monse muy fuerte y es – como debe ser – la primera
persona a la que pido perdón por todo, por las imprudencias, las palabras que
no se debieron decir y las que de seguro faltaron, por la impaciencia y el
tiempo robado a ella por el periodismo, por faltar algún momento e ignorar sus
requerimientos.
Quiero que sepa del nuevo comienzo, otra vez debo agradecer su llegada a
mi vida que mi hizo mejor persona, ambos lloramos y somos felices, no
necesitamos decirnos más, lo otro es sentirlo y hacerlo, retarte a ser mejor
pareja cada día en cada circunstancia, nuestros caminos tuvieron muchas
conexiones y pretextos para que se crucen antes, pero no fue así, debíó ser en
el momento exacto, cuando ambos replanteamos y saldamos unas cuentas con la
vida.
Con entusiasmo tomo el metro, un lápiz y el serrucho para cortar la
madera y cumplir con la Molly sudo más que en el tiempo de la caminata y me
duelen más los brazos que las piernas, con la ayuda de la Monse se coloca la
cubierta en la casa de ella, que por cierto sabe de la gentileza y está feliz.
Horacio luce relajado, si lo suyo no es casa, es mansión…. tiene hasta chimenea,
lo que confirma que es el “mimadito”, en fin, nieto es nieto.
Lo más sabroso que comí hace dos semanas antes de la prueba que dio
positivo del #Covid19 fue un hormado bien despachado de Doña Florcita que está
en la salida a Quito (junto a Farmareds más arriba de la Kia) y lo probada por
primera vez, por lo que eso había que repetir (más que la prueba rápida) quería
almorzar ese hornado delicioso me debía ese regalo gastronómico riobambeñísimo.
Tan bueno estaba el almuerzo, que si bien había querido evocar
detalladamente el momento que me dieron los resultados hace dos semanas, los
sentidos estaban concentrados en lo que comíamos con calma y como buenos
riobambeños, con bastante chiriucho que lo olvidé. Y teníamos una pata asada para
tarde que gentilmente nos regaló la nueva casera.
Al redactar esta crónica me acompaña música de #Yanni como fue el
momento que no entendía que debía hacer frente al resultado positivo en la
prueba, la música del griego/americano sin duda se confirma como mi mejor
compañía en las buenas y en las malas. El tiempo pasó sin duda más rápido de lo
que esperaba y la música fue otro elemento importante de compañía.
Nos organizamos para poder estar libres la tarde y descansar, así lo
hicimos dentro de casa y fuera de ella, jugando con las mascotas y viendo el
retorno de los colibríes, tomando sol y leyendo, poniendo la música que nos
gusta y dejando que el día pase sin prisas conversando sobre lo que haremos a
partir de ahora.
Este tiempo me confirmó que debemos seguir viviendo como pensamos y que
nada puede ser más seguro que tu hogar y tener el amor leal y consecuente, me
puso el miedo delante de mis ojos, entre la muerte y la angustia, pero al mismo
tiempo la fortaleza para sentir que la vida continua en un presente único donde
debes aprender a escucharte.
Quiero agradecer a todos los lectores de esta cronología y bitácora que superaron
las veinte mil visualizaciones, un verdadero honor, catorce días de contarles
que pasaba, para validar una experiencia, pues nadie está ajeno a que pueda
pasarle. Gracias al equipo del Consultorio Homeopático, a David por su
seguimiento diario, a Katy por la salud transmitida desde las terapias, a Fausto
Maldonado por sus conocimientos y frontalidad.
Gracias a Diego Danilo y Darwin, mis socios del Diario de Riobamba por
su consecuencia y respeto a la pausa. A mis primos Paredes por la compañía
virtual, a mis padres, tías, tíos y suegros, a la familia Maldonado y Yépez
Castillo; a Juan, Víctor Hugo, Byron, Pancho, Mauricio, Fabio, Kanchita que no
han dejado de llamar. A todos con sus buenos deseos en mi red social personal y
profesional. ¡son lo máximo!
Una enfermedad, dependiendo como la mires, puede ser una bendición, un
momento de entender que pasa y que tienes de verdad, como es de efímero todo y
valorar la salud para poder seguir en una batalla llamada vida, por amor a los
míos por respeto a todos, seguiré cuidándome de forma responsable, como debe
ser, ejerciendo el periodismo con más precaución y apostando siempre que para
tener un mundo mejor, cada uno debe hacer su parte y que siempre volvemos a un
nuevo comienzo que será la puerta para una mejor convivencia dentro y fuera de
ti.
#Dioselopaguichi.
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