lunes, 8 de junio de 2020

#AislamientoCovid19 DIA OCHO: Entre papeles


Hubo algo de dolor en el cuerpo en la noche, me quedé dormido un tiempo más y no salí a caminar como estaba previsto, pensé hacerlo en la tarde, ha pasado una semana que el médico Fausto Maldonado la consideraba decisiva, por las relaciones de tiempos y acciones que antecedieron, esperábamos más molestias, pero no han pasado de dolores musculares y problemas estomacales que han ido pasando y son menos seguidos.

La medicina homeopática la sigo tomando como me lo indicó el Dr. David Rivadeneira, ha sido un tiempo para valorarla más y sentir que es una alternativa de equilibrio y apoyo fundamental, son pocos años que la utilizo, pero con resultados sorprendentes, de verdad que cada vez hay menos pastillas en el botiquín y eso es bueno.


Deberían enseñarnos desde pequeños que el cuerpo es una máquina perfecta que te da alertas, que somos energía, mucha energía y se la puede canalizar, que cada órgano está cumpliendo su función y fundamentalmente somos emocionales, por lo que es importante entender lo que nos pasa para saber de nuestros “achaques” y claro además que la naturaleza en su sabiduría tiene muchas cosas para evitar que tengas compuestos químicos en tu cuerpo.

Aposté por cocinar al vapor, fue anecdótico porque mi esposa encontró una olla para hacerlo que no me había dado cuenta cuando las compramos, había que utilizarla, decidí hacerlo con instinto y dejar de lado el tutorial de YouTube, descongelé pollo y lo aderecé; tenían verduras listas: incluí zanahoria, alverja, choclo, pimiento, espárragos y portobellos por instinto coloqué orégano, nuez moscada, laurel el vapor hizo lo suyo, no nos fue mal.    
                                                       
Entre la comida saludable y la que te pasa factura, seguiré prefiriendo la segunda, escondiendo el cargo de conciencia, confirmo que de verdad extraño un ¡buen hornado! además del cebiche de chochos, lo haré con seguridad el próximo fin de semana, mi madre me tomó de la mano muchas veces y fuimos a la Merced donde la casera Alejita…

Entre desocupar un armario del cuarto donde estoy y ordenarlo encuentro algo maravilloso, un LP de Fediscos color verde, mágico, el cd con el que repasaba los bailes en la adolescencia y subiendo el volumen del equipo cuando los papás estaban en la calle por esos maravillosos años 80. La disquera es Mercury y están temas como Boogie Nights, Funkytown, Sugar Sugar, Venus, Drive my car, muy oportuno cuando debo mostrar en Facebook portadas de discos que nos marcaron en gustos musicales este es una reliquia. YouTube como siempre me permite escuchar a los años la secuencia, ¡todo maravilloso! el baile no más está un poco lento y me canso pronto.


Solemos llenarnos de papeles desde los encargos profesionales, mi esposa y yo hemos trabajado en el sector público y siempre corresponde guardarlos, decidimos depurar archivos y que se vayan muchos documentos que ya sólo llenan espacios, cada uno en sus archivos retirando documentos y papeles, sorprendente la cantidad que terminó en una funda industrial y la tranquilidad de saber que cumpliste los procesos como compete de forma honesta y responsable.

Significaba también ver la burocracia en su máxima expresión, informes, papel, reportes, oficios, documentos y más documentos, de ida y vuelta entre jefes y subalternos, tanto se habló del gobierno electrónico, de la ventanilla única, de “cero papeles” y vino el virus a confirmar que es posible gastar en menos papel y hacer muchas cosas en línea; el covid19 obligó a varios “jefes” a familiarizarse recién con las computadoras y la funcionalidad del internet y siguen enviando tareas en horas que no corresponde.


Debemos adaptarnos, son nuevas cosas por aprender, que evitará malos ratos e inconvenientes, vivimos una nueva cotidianidad, entre cumplir el teletrabajo y no quedar mal en la próxima reunión por zoom de la familia, deberíamos preguntar y pedir ayuda, dejar de lado vergüenza pues son muchas cosas por asimilar, esto debe ser colaborativo entre nativos digitales y los que simplemente somos de otra generación y nos cuesta dominar el día a día entre webinars, video conferencias, chats.

Pregunté si tenemos incienso en casa a mi esposa, le comento que quiero una siesta con un buen aroma y música adecuada, no hay incienso, pero ella ha tenido un difusor pelucón, que, en pocos minutos, cambia el ambiente de la casa y se torna muy agradable, lo demás, descanso de sábado por la tarde, el sol ingresa por la venta no necesitas cobija.

Sobre las 20h00 nos conectamos con los primos Paredes mediante Zoom, nada como estar en el mundo digital y sentir que se les quiere y extraña, larga “lenguaterapia” igualándonos sobre lo que ha pasado, todos de alguna manera adaptándose a nuevas realidades digitales y protegiendo a los nuestros, sin duda son buenos ratos que esperamos pronto puedan ser en vivo y en directo, aquí o allá, dónde sea, si al final sigues confirmando prioridades desde los afectos.


La vida me arrebató pronto a dos hermanos, Efraín y Paulina, por lo que mis primos ocuparon ese lugar y son muy importantes en mi vida, hay muchas cosas que hemos aprendido juntos y por separado, pero siempre, en cada encuentro hay risas y la guitarra nunca falta y claro si se llega a interpretar la Malagueña, quiere decir que el festejo superó las expectativas y se olvidaron de ver la hora.

Una nueva semana más para aprender, la última de confinamiento y espero cada día contarles novedades que tienen esta epidemia que vino para quedarse por un buen tiempo y deberemos entender la vida desde otras perspectivas. Nada será igual. Extraño mucho estar en coberturas.




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